Esta cocina es un ejemplo perfecto de cómo combinar estética y practicidad en un espacio acogedor y funcional. Diseñada con un mobiliario de alta presión y puertas laminadas en un elegante color blanco combinado con detalles en color roble, esta propuesta destaca por su equilibrio entre modernidad y calidez.
El sistema de apertura gola en blanco garantiza una estética limpia y minimalista, mientras que el casco interior en color roble aporta un toque cálido y sofisticado. Los detalles técnicos no se quedan atrás: los colgadores antivuelco con capacidad de 77 kg y los entrepaños con sistema de soporte oculto aseguran una cocina no solo bonita, sino también resistente y versátil.
Los herrajes Blum en gavetas con autofreno y extracción total aseguran un uso suave y cómodo, mientras que los electrodomésticos integrados de Bosch completan la experiencia: desde la campana decorativa con TouchControl y diseño en cristal negro hasta la placa de inducción encastrable con tecnología Flex Inducción. Cada detalle ha sido pensado para maximizar la funcionalidad y el diseño.
El fregadero y el grifo de Schock, modelo Brooklyn N100L en color Everest, añaden un toque distintivo, encajando a la perfección bajo encimera. Este equilibrio entre materiales de alta calidad, acabados refinados y distribución funcional convierte esta cocina en un espacio único para disfrutar en el día a día.