Las cocinas integradas en el salón deben cumplir algunos requisitos esenciales, y uno de ellos es que plasme la personalidad del cliente de la mejor manera posible. Este proyecto se realizó para una persona joven y con mucha personalidad y es algo que intentamos transmitir en el diseño, con una madera vetada y muy marcada y un mueble oscuro.
La distribución en forma de L resulta muy práctica en esta cocina en la que no queríamos una barra ni península que nos obstruyera la visión con el salón. Nada más entrar a la casa tenemos la cocina a mano derecha y el salón al fondo. Se trata de un edificio que antiguamente albergaba un hotel y por tanto la vivienda no es excesivamente grande.
Se decidió apostar por un mueble laminado en base de DM con imitación a la madera de pino y sistema de apertura gola en la parte alta y un color gris oscuro en la parte baja con tirador industrial. Sin duda es una forma de crear una combinación con carácter.
Ha sido especialmente relevante aprovechar los electrodomésticos que ya tenía el cliente como el frigorífico francés Haier. Así pues hemos hecho un escobero de apenas 15 cm para poder guardar la tabla de planchar por ejemplo.
El proyecto se realizó junto con ApuntoReformas.
Para generar un buen contraste se eligió una encimera de color blanco y se apostó por una iluminación cálida en los muebles de colgar.
La columna horno microondas se hizo retranqueada para aprovechar el espacio y restar volumen en la esquina, aprovechando también el mueble con un mueble esquinero que nos da acceso a toda la capacidad del mueble.
Al no tener lavavajillas, la clienta optó por un mueble escurreplatos y nosotros le regalamos el roll-up, un accesorio de metal que se coloca sobre el fregadero y nos permite poder escurrir los utensilios de cocina o incluso la verdura sin ensuciar nada.
En cuanto a la decoración, si queremos generar un buen contraste también podemos optar, como en este caso, con pequeños electrodomésticos en un color llamativo como el rojo para así acentuar la personalidad del cliente.
