¡Descubre todo sobre los suelos de tarima!

¿La tarima es madera? Es una de las preguntas que nos surge a la hora de replantearnos si poner este tipo de suelo en nuestra cocina. Algunas empresas intentan vender la tarima como parquet flotante, pero no es verdad. La tarima no es parquet, no es madera maciza. La tarima solo tiene una fina capa de madera, de entre 2-6 milímetros de grosor y, por ende, se puede colocar sobre suelos ya instalados. El resto del suelo es foam, un material aislante. 

Al no ser madera maciza, adquiere ciertas propiedades que lo diferencia del parquet tradicional: es de fácil instalación, solo se puede lijar entre una y dos veces (por su fina capa de madera) y es más resistente al agua. Sin embargo, este tipo de suelos también tiene desventajas: no deja de tener una fina capa de madera, por lo que nunca será 100% resistente al agua; con el paso del tiempo, la humedad acabará por desgastar el suelo. Además, es vulnerable a los arañazos e igual que ocurría con el parquet, su instalación no es recomendable con calefacción radiante.

Existe un tipo de tarima llamada tarima laminada o tarima estratificada. Este tipo de suelos está formado de capas, generalmente de melanina, que imitan los suelos de madera. Estos suelos no tienen madera, por lo que no pueden ser lijados ni barnizados. No obstante, resisten más a la humedad y a los arañazos y son más económicos. Además, la instalación de las tarimas estratificadas, es muy sencilla. Sin embargo, tiene una vida útil corta respecto a otros suelos: el agua se acabará colando por las juntas e hinchará el suelo. Llegado ese momento, la única solución será cambiar de suelo, pues no tiene arreglo.

Esto es todo por hoy, cocineros. Esperamos que os haya gustado esta nueva serie sobre suelos. Ya estamos trabajando en la siguiente entrega… será el turno de suelo de vinilo o PVC. ¡Hasta la próxima, cocineros!

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