Esta cocina tiene el mayor punto de luminosidad en la zona del fregadero. El salón, que es la estancia contigua tiene una pequeña ventana. Para aportar luz a la zona de comedor se optó por abrir la cocina al salón y poner una zona de cristal pavés en el extremo.
Al ser una casa con una antigüedad de más de 50 años, hay que valorar una serie de elementos estructurales que condicionen el diseño como las columnas a ambos lados de la isla.
Los colores de esta cocina son sencillos para combinar con el suelo imitación a hidráulico que tiene un dibujo con bastante color.
Al tratarse de un espacio abierto es importante elegir un buen modelo de campana. De este modo evitaremos humos y olores en el salón. En este caso hemos puesto una campana de recirculación de aire que tiene una gran capacidad de extracción y no depende de una salida de humos.
Bajo la misma premisa de tener un diseño que se adapte al salón y a la cocina, hemos colocado un azulejo con textura muy discreto que no desentona para nada con la zona de comedor en el salón.
La isla mide 2,40 x 1 metro y está acondicionada para cocinar, con una placa y una campana, además de disponer de una zona de barra en el lado extremo donde poder desayunar cómodamente.
El muebles es laminado antihuellas en blanco con tirador de lengüeta. Los cajones son de extracción total y llevan el interior del mismo tono para mantener la continuidad en el color. Lo hemos combinado con una encimera Compac modelo Ceniza de pequeño grosor y poco vuelo.
Colocar el fregadero junto a la ventana te permitirá trabajar de forma muy cómoda y no tener muebles en la zona superior que te quiten visibilidad.