Proyectos reales

Ecos de Jazmín

Esta cocina clásica es un espacio donde el tiempo parece detenerse, abrazando la nostalgia del pasado pero con un toque de moderno. Cada rincón de su diseño, desde las puertas lacadas en blanco hasta los detalles dorados de los tiradores, evoca una elegancia atemporal que transporta a otra época. Pero es más que una cocina; es un refugio de luz y calidez, pensado para vivir momentos únicos. La combinación de elementos clásicos con soluciones funcionales crea un equilibrio perfecto, donde lo cotidiano se transforma en arte y cada instante cobra un nuevo significado.

Puertas que guardan historias

El mobiliario de Ecos de Jazmín es una declaración de elegancia. Las puertas lacadas en blanco, con un sutil dibujo que les aporta carácter, son el alma de este diseño. Su acabado brillante no solo refleja la luz natural que inunda el espacio, sino que también transmite esa sensación de pureza y orden que define a esta cocina. Los tiradores dorados, como pequeñas joyas, rompen con la monotonía del blanco, creando un contraste que aporta sofisticación y un toque nostálgico. Este mobiliario no es solo funcional, es una pieza clave en la armonía visual del espacio, capaz de combinar sutilmente tradición y modernidad.

 

Tecnología con alma clásica

En esta cocina blanca y clásica, los electrodomésticos se convierten en los aliados perfectos, el frigorífico y el congelador de acero inoxidable aportan un toque de modernidad, mientras que el lavavajillas y la campana integrada en cristal negro se mimetizan con el espacio, respetando la pureza de las líneas. El horno y el microondas encastrables completan un conjunto que no solo optimiza el trabajo en la cocina, sino que también mantiene la estética impecable. Aquí, la tecnología se alía con el diseño, ofreciendo soluciones avanzadas sin perder la esencia elegante y nostálgica de la cocina.

Distinción en cada gota

El fregadero cerámico blanco, con su brillo inmaculado, es una pieza central que evoca el encanto de las cocinas clásicas. Su acabado resalta bajo la luz que entra por la ventana, haciendo que cada momento en la zona de aguas sea especial. El dorado del grifo dialoga con los tiradores del mobiliario, este conjunto transforma una zona práctica, en un rincón de lujo discreto. Es en estos detalles donde esta cocina clásica encuentra su carácter: combinando la belleza atemporal con la magia de las luces cálidas.

Textura floral: El papel pintado

El papel pintado en suaviza la profundidad del diseño de Ecos de Jazmín. Sus patrones clásicos no solo complementan la elegancia de la cocina, sino que también conectan con las flores y plantas que decoran el espacio, creando un ambiente vivo y orgánico. Cada hoja, cada flor parece prolongar el paisaje exterior, invitándolo a entrar y ser parte del hogar. Este detalle, cuidadosamente elegido, refuerza la sensación de calidez y nostalgia, convirtiendo el desayunador y sus alrededores en un rincón donde naturaleza y diseño dialogan en perfecta armonía.

Ecos de Jazmín

Esta cocina clásica con desayunador es una obra que combina diseño y emociones y texturas. Su corazón late en el rincón del desayunador de cocina, un refugio cálido donde las texturas del papel pintado y la delicada compañía de plantas crean un ambiente único, lleno de vida. En cada detalle, desde los toques dorados hasta la serenidad del blanco lacado, se percibe una personalidad que trasciende las modas. Aquí, lo cotidiano se vuelve especial, y cada momento, un recuerdo inolvidable.

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